Eiza González salió de México en busca del Sueño Americano hace más de una década y desde entonces ha representado su cultura y expresado su amor por su país dondequiera que va. A pesar de hacer historia como la única estrella mexicana en asistir a la legendaria Gala, Eiza se siente poco apoyada.

En conferencia de prensa, Eiza habló apasionadamente de su amor por México, a pesar de los desafíos que enfrenta. Expresó su profundo orgullo de representar el talento de su nación, aunque no siempre sea correspondido. Este sentimiento de orgullo nacional es algo que resuena en muchos, fomentando un sentido de unidad e identidad compartida.

Eiza reconoció que su amor por México, en ocasiones, no se siente recíproco: “Como lo he dicho toda mi vida, me siento muy orgullosa de ser mexicana. A veces no siento el mismo amor a cambio, pero bueno, estoy muy feliz de estar aquí, de representar a mi gente”, dijo la actriz.

En alusión a las críticas recibidas en México, a la actriz le preguntaron cómo las afronta. “Cada uno tiene su propia opinión y yo sigo centrado en lo que tengo que centrarme”, confesó el astro mexicano.

El vestido de Eiza en la Met Gala 2024 se inspiró en una flor que crece en su tierra natal

Como la temática de este año iba a seguir, Eiza optó por un vestido de Del Core confeccionado en organza de seda en tonos rosas. “Es un vestido de orquídeas descascarado, cubierto con capas de organza de seda, matizado en rosa, marfil y crema”, reveló Elizabeth Saltzman, una de las mentes maestras detrás de este vestido.

El vestido que usó Eiza en la Met Gala 2024 no fue solo una declaración de moda, sino un símbolo de su conexión con México. Diseñado teniendo en mente la orquídea vainilla, la flor emblemática de su tierra natal, el vestido capturó la belleza de sus pétalos y su floración. Esta elección de diseño no sólo mostró el estilo personal de Eiza sino que también sirvió como recordatorio del rico patrimonio cultural que representa.

“Comencé el diseño inspirándome en la orquídea vainilla, que es la flor emblemática de México. Me obsesioné con la fragilidad de sus pétalos e imaginé la apertura de la flor como un lapso de tiempo. Ese es el momento que intenté capturar”, detalló el diseñador.